Esta semana en nuestro devocional: una actitud de fortaleza.Mi abuelo siempre pareció más joven que mi padre. Mi papá ya era viejo cuando yo nací, y probablemente yo lo hice envejecer más conforme crecía. Pero parecía que yo nunca hacía envejecer más a mi abuelo. Él vivía la vida de puntillas. Él halló que vivir era una aventura: emocionante, intrigante, divertida. Me enseñó cómo conducir un bote a motor. Me llevaba a pescar, en donde los viejos enseñaban a los jóvenes en cuanto a la vida; y la aventura más arriesgada de todas: me enseñó a conducir.