Este es un tema que marcó mi vida. Poco tiempo después de reconocer al Señor como mi Salvador tuve la oportunidad de estudiar en un grupo de mujeres apasionadas por mostrar como Dios puede obrar de manera especial a través de nosotras cómo mujeres.
Reconocer que nuestro valor proviene de Él y el llamado especial que Dios nos hace a cada una en cada etapa de nuestra vida es lo que nos da un propósito único y especial.
Es importante que entendamos que el significado es diferente al valor personal. Nuestro valor es un regalo de Dios. No podemos ganarnos Su amor, ser más valiosas para Él, o llegar a tener más valor por cualquier cosa que hagamos o dejemos de hacer. El vivir una vida con significado no afecta quienes somos ante los ojos de Dios, ni nos hace más valiosas. Somos valiosas porque Dios nos creó a Su imagen y nos ama.
El significado, es responder al amor de Dios al aceptar Su más grande regalo de amor, Cristo, y caminar con Él en la travesía de vivir una vida de significado. Vivir una vida de significado es una travesía: es la forma continua de crecer en tu relación con Dios y de vivir Su inigualable misión para ti. El camino hacia una vida de significado es vivir una vida de sentido, sustancia y propósito.
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10)
Somos hechura suya, una perla preciosa, una manualidad, una obra de arte . . . ¡Somos una historia única! Linda verdad para crecer espiritualmente y vivir el propósito especial que Dios tiene para cada una.
Ser la perla de Dios
Una perla es un singular tesoro natural, una joya de gran valor. Tú también eres muy especial y un tesoro único de gran valor. Hemos sido hechas de forma inigualable por Dios. A lo largo de toda nuestra vida, a medida que le permitamos moldearnos capa tras capa, nos convertimos en la persona para la cual Él nos creó.
A medida que busquemos a Dios, veremos que las pruebas nos moldean a ser diferentes mejorando en nuestra forma de ser y nuestro carácter. Las verdaderas perlas no son perfectas en apariencia, sino las que son únicas en su especie.
Cuando tenemos a Cristo en nuestro corazón, no caminamos solas. Él esta junto a nosotras animándonos, capacitándonos, amándonos y sosteniéndonos.
“El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes. (Deuteronomio 31:8)
Antes de terminar deseo compartir contigo 6 principios bíblicos de vida que nos equipa para que vivamos nuestras vidas con propósito y significado:
P ersigue tu singularidad.
E sfuérzate por aferrarte a la fuente.
R ecuerda activar tu misión.
L ucha por reenfocar tu vida.
A hora vive intencionalmente.
S iempre mantente firme.
Te das cuenta de que, si le permitimos a Dios nuestro Creador moldearnos de acuerdo a nuestro inigualable diseño, podemos convertirnos en una de sus perlas preciosas. Una perla de gran valor. Radiante debido a su Fuente.