Año nuevo… ¿vida nueva?

Esa debería ser la actitud de cada cristiano. No podemos descansar en nuestros laureles ni dejarnos abatir por los errores del pasado. Debemos crecer espiritualmente y seguir avanzando.
algunos, tal vez se trate de resolver algunos problemas menores aquí y allá, como un conflicto que debe resolverse o una situación que debe aclararse. Para otros, podría ser un área que necesita un poco más de esfuerzo. En cualquier caso, este es un buen momento para hacer lo que es correcto ante los ojos de Dios.

Compartir este post

Filipenses 3: 12

El comienzo de un nuevo año es una gran oportunidad para hacer cambios. Escuché acerca de una costumbre interesante celebrada en Italia cada víspera de Año Nuevo. A medida que se acerca la media noche, las calles se despejan. No hay tráfico ni peatones. Incluso los policías se resguardan. Luego, a medianoche, las ventanas de todas las casas se abren al sonido de las risas, la música y los fuegos artificiales. Cada miembro de la familia arroja platos viejos, adornos inservibles, muebles viejos y un catálogo completo de posesiones personales que les recuerdan algo del año pasado que están decididos a borrar de sus mentes. Quizás algunos de nosotros necesitemos hacer eso mientras decimos nuestro último adiós al año que está por terminar.

Al estar a punto de terminar este año, considero que éste es un buen momento para poner en orden nuestra vida espiritual. Al hacer memoria de los recuerdos de este año, deberíamos preguntarnos: ¿Me he acercado más al Señor en este último año? ¿Ha habido progreso espiritual en mi vida? ¿He desarrollado más los dones que Dios me ha dado?

Si somos sinceros, reconoceremos que cometimos algunos errores o dimos algunos giros equivocados en este camino angosto que nos conduce a la vida eterna. Si es así, entonces comencemos este nuevo año despojándonos del peso de los errores del pasado.

Para algunos, tal vez se trate de resolver algunos problemas menores aquí y allá, como un conflicto que debe resolverse o una situación que debe aclararse. Para otros, podría ser un área que necesita un poco más de esfuerzo. En cualquier caso, este es un buen momento para hacer lo que es correcto ante los ojos de Dios.

Considera lo que dijo el apóstol Pablo acerca de su propia vida espiritual: «No es que lo haya alcanzado ya… sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús» (Filipenses 3:12).

Dios usó a este hombre para guiar muchas personas a la fe, establecer iglesias, escribir cartas y muchas cosas más. Sin embargo, se dio cuenta de que él tenía mucho que aprender y tenía un camino largo por recorrer. Sin embargo, él se negó a vivir en el pasado. Hizo un inventario y dijo: «desechando todo lo malo del pasado, sigo adelante».

Esa debería ser la actitud de cada cristiano. No podemos descansar en nuestros laureles ni dejarnos abatir por los errores del pasado. Debemos crecer espiritualmente y seguir avanzando.

¡Planifiquemos y esperemos lo mejor de Dios en el Año Nuevo!

Suscríbete a nuestra newsletter

Recibe acceso a ofertas exclusivas, lanzamientos, recursos y mucho más.

Ver más

Artículo

Amor Leal

En la Biblia podemos ver que Dios tiene diferentes atributos, algunos son incomunicables y otros son comunicables, es decir los atributos incomunicables de Dios son aquellos que el ser humano no puede tener, como por ejemplo la omnipresencia de Dios. Los atributos comunicables son aquellos que el ser humano si puede tener, como por ejemplo la bondad, el amor, la paciencia.

Artículo

Mujer de propósito

Es importante que entendamos que el significado es diferente al valor personal. Nuestro valor es un regalo de Dios. No podemos ganarnos Su amor, ser más valiosas para Él, o llegar a tener más valor por cualquier cosa que hagamos o dejemos de hacer. El vivir una vida con significado no afecta quienes somos ante los ojos de Dios, ni nos hace más valiosas. Somos valiosas porque Dios nos creó a Su imagen y nos ama.

El significado, es responder al amor de Dios al aceptar Su más grande regalo de amor, Cristo, y caminar con Él en la travesía de vivir una vida de significado. Vivir una vida de significado es una travesía: es la forma continua de crecer en tu relación con Dios y de vivir Su inigualable misión para ti. El camino hacia una vida de significado es vivir una vida de sentido, sustancia y propósito.

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10)

Somos hechura suya, una perla preciosa, una manualidad, una obra de arte . . . ¡Somos una historia única!

Linda verdad para crecer espiritualmente y vivir el propósito especial que Dios tiene para cada una.