Blog Post Gracia que no desaparece
Su posición por la verdad tal vez no sea vindicada en ningún momento pronto, o tal vez ni siquiera en su vida. Sin embargo, empuñar con las dos manos la espada de la verdad, aunque puede costar el sacrificio, en efecto ofrece gran recompensa.

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2 corintios 12: 2—10

Este es un buen momento para corregir una manera equivocada de pensar. No siempre es la voluntad de Dios que uno sea sanado. No siempre es el plan de Dios aliviar la presión. Nuestra felicidad no es el objetivo principal de Dios. Él no tiene un plan maravilloso (en el sentido de «cómodo») para todo el mundo, no desde una perspectiva humana. Muchas veces su plan no es nada maravilloso. Como ocurrió con Saulo, su respuesta no siempre es lo que pedimos y esperamos. Sin embargo, el recordar que Él nos está formando más y más a la imagen de su Hijo nos ayuda a comprender su respuesta está basada en el plan a largo plazo que Él tiene, no en nuestro alivio inmediato.


Gracias a Dios que, en medio de este sufrimiento, Él nos susurra tiernamente: «Bástate mi gracia» (v. 9). Como en el caso de Saulo, su gracia suple más de lo que necesitamos para soportar cualquier cosa que amenace con aplastarnos. Permítame ampliar esta idea. Su gracia es más abundante que nuestras fuerzas. Su gracia es más abundante que el consejo de cualquier consejero capacitado o el de algún amigo íntimo (aunque Dios utiliza a ambos). Su gracia es suficiente para sostenerle cualquiera que sea su «aguijón» particular. Su gracia, eso es justo lo que se necesita.

¿Le gustaría saber por qué? Porque el poder de Dios se perfecciona en la debilidad (v. 9). ¡Qué declaración tan maravillosa del Señor! Y todo este tiempo estuvimos creyendo que el poder se perfecciona en el éxito. Toda la vida nos habían enseñado que es el éxito lo que nos hace fuertes. No. ¡Mil veces no! Eso nos vuelve orgullosos, autosuficientes e independientes. Los dolorosos aguijones nos vuelven débiles. Pero la buena noticia es esta: Cuando somos débiles, el Señor derrama su fortaleza en nosotros, y eso nos da una perspectiva totalmente nueva en cuanto al dolor y el sufrimiento, a las dificultades y las presiones. Esas tensiones y esas angustias nos ponen de rodillas, y es en ese punto que nuestro Dios se presenta con su ayuda, tomándonos de la mano y levantándonos por su gracia.

Su gracia suficiente para usted, también.

Adaptado del libro, Buenos Días con Buenos Amigos (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2007). Con permiso de la Editorial Mundo Hispano (www.editorialmh.org). Copyright © 2019 por Charles R. Swindoll, Inc. Reservados mundialmente todos los derechos.

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LA BIBLIA—¡ES CONFIABLE!

En un mundo de relativismo, la Biblia habla en términos de bien y mal, lo bueno y lo malo, sí y no, verdad y falso. En un mundo en que se nos estimula a hacer algo “si se siente bien,” la Biblia habla de lo que es pecado y de lo que es santo. Las Escrituras nunca nos dejan con una mirada aturdida en nuestra cara, preguntándonos sobre las cuestiones de la vida. Dice, en efecto: “Las cosas son así; y las cosas no deben ser así. Así es como se debe andar; no vayas allá.” Lo dice directamente. Provee el cimiento sólido que usted y yo necesitamos.

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La importancia de Autoexaminarnos

Es muy típico que, al iniciar una nueva etapa de la vida, el ser humano se auto examine. Cuando termina un año somos dados a mirar atrás para observar nuestros éxitos y fracasos. En esta evaluación observamos varias esferas de nuestra vida, el área financiera, el área social, el área física, intelectual, profesional, familiar, etc.

Sin embargo, muy pocas veces nos auto examinamos en el área espiritual, probablemente no consideramos que sea un área muy importante, pues los resultados no son tangibles como el mirarnos al espejo y mirar los resultados del ejercicio u obtener una boleta de calificaciones y comprobar que la noche de estudios rindió frutos. Los efectos de nuestra vida espiritual aparentemente no afectan a nadie, aunque en realidad nos afectamos a nosotros mismos y muchas veces a los que nos rodean.

Acabamos de pasar la primera mitad del año y probablemente, estamos esperando a terminarlo para realizar un auto examen, es por eso, que quiero animarlo a no esperar más, pero especialmente a incluir su vida espiritual en este ejercicio.