«Fortalézcanse en el Señor y en el poder de su fuerza» (Ef. 6:10). Con estas palabras, después de decirnos cuáles son nuestros compromisos de fe y conducta, el apóstol Pablo nos anima a prepararnos para la lucha espiritual que implica vivir como es digno del Señor. Lo difícil es entender esta lucha desde su contexto bíblico, así como cuál es la forma correcta de enfrentarla hoy.
Desde su entendimiento acerca de la enseñanza del Nuevo Testamento y su experiencia personal y pastoral, el autor comparte un acercamiento equilibrado para conocer a nuestros tres enemigos comunes: la carne, el mundo y las huestes demoníacas. A la vez, propone ideas y acciones para enfrentarlos y poder experimentar una vida cristiana mejor enfocada hacia la victoria espiritual y la constante madurez en Cristo.
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