«Dios quiere tomar nuestro rostro, esa parte expuesta y reconocible de nuestro cuerpo, y usarlo para reflejar Su bondad».
Max Lucado
“¿Qué me has hecho? – preguntó (faraón) –. ¿Por qué no me dijiste que era tu esposa? ¿Por qué dijiste: “Es mi hermana” y con esto me permitiste tomarla como esposa? Ahora bien, aquí tienes a tu esposa. ¡Tómala y vete de aquí!”. Entonces el faraón ordenó a algunos de sus hombres que los escoltaran, y expulsó a Abram de su territorio junto con su esposa y todas sus pertenencias. Génesis 12:18-20
Abram le mintió a Faraón para proteger su vida, cuando le dijo que Sarai era su hermana. Al hacer eso, la puso en peligro. Sin embargo, aunque él fracasó en cuanto a proteger a su esposa, el Señor tuvo un éxito rotundo en hacerlo. Él castigó a Faraón y a su familia con plagas (ve Génesis 12:17).
El rey politeísta reconoció al Dios de Abram, pero no como el único Dios verdadero. Faraón le tuvo miedo al poder de una deidad territorial rival. Al igual que la mayoría de la gente en aquel tiempo, él veía al mundo a través del lente de la superstición. Este antiguo punto de vista sostenía la creencia de que la raíz de la causa de una enfermedad era espiritual y no física. La gente creía que la única manera de curar al paciente era descubrir cuál era el dios que se debía apaciguar por medio de un sacrificio. Cuando la casa de Faraón fue afligida por la enfermedad, él trató de apaciguar a sus propios dioses con sus sacrificios y luego, habiéndolos satisfecho (en su mente), supuso que había ofendido al Dios de Abram.
Abram debería de haber sido moralmente superior al rey de Egipto, pero Faraón ardía con justificada indignación y reprendió al hombre de Dios.
La conclusión fue bastante triste. No podemos dejar de preguntarnos qué clase de opinión tuvo Faraón sobre el Dios de Abram después de este episodio. Y yo me pregunto lo mismo en cuanto a nosotros hoy en día: ¿Cuántas personas no han aceptado todavía al Dios de la Biblia porque continúan viviendo a la sombra de nuestros fracasos morales?
REFLEXIONA
Cuando las personas que no son de su fe miran tu vida, ¿qué es lo que ven? ¿Refleja tu vida correctamente al único Dios verdadero?
Dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre Celestial.
Mateo 5:16
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Fotografía: Jeremy Vessey on Unsplash