En respuesta a la corrupción y los abusos dentro de la iglesia católica de la época, líderes visionarios como Martín Lutero (1483-1546) y Juan Calvino (1509-1564) iniciaron en Europa hace 507 años la Reforma que a lo largo de dos siglos transformó el cristianismo y cambió el mundo social, educativa, política, moral y, sobre todo, espiritualmente.
Las doctrinas de la gracia
Fundamentados en la Biblia, los teólogos reformados cambiaron el entendimiento de la salvación del hombre que la iglesia católica enseñaba. Los reformadores no introdujeron una nueva enseñanza, sino que redescubrieron las verdades del Evangelio como lo enseñaron Cristo, los Apóstoles y la Iglesia primitiva. En ese contexto surgieron lascinco solas, que resumen las convicciones teológicas de los reformadores sobre lo esencial del cristianismo.
En suma, solamente la Escritura nos enseña que la salvación es solamente por la gracia, por medio solo de la fe, solamente en Cristo y solo para la gloria de Dios. Las doctrinas de la gracia definen lo que es el Evangelio y lo que debemos creer. Su estudio nos permite declarar el Evangelio de una manera bíblica y también nos ayuda en nuestra defensa de la fe.
La frescura del legado de la reforma
Los retos actuales, quizás con matices distintos, siguen siendo esencialmente los mismos de hace 500 años. Por eso, las Iglesias herederas de la Reforma debemos seguir sosteniendo los pilares gemelos del protestantismo: el testimonio positivo de Cristo y la protesta contra el error (Gá. 5:1).
La palabra de verdad aún se interpreta mal
Diferentes grupos cristianos hoy, hablan de la Escritura, la gracia, la fe, Cristo y la gloria de Dios. Sin embargo, continúan sin confesar sola Escritura. A la Biblia se agrega la tradición, las nuevas revelaciones y las enseñanzas de los hombres.
El concepto buenas obras sigue siendo común
Hoy en día, la mayoría de la gente tiene poca idea de lo que es el Evangelio. Aun quienes creen en Dios, piensan que pueden estar bien con él a través de sus propias buenas obras. Tristemente, estas personas no comprenden a Jesucristo como Salvador, Mediador y Sustituto.
La fe bajo ataque
La doctrina de la Reforma de justificación solo por la fe es, y siempre ha sido, el blanco número uno del ataque del enemigo. No pueden declarar que somos aceptados como justos ante Dios únicamente por la fe en los méritos de Cristo. Es Cristo y algo más.
Jesucristo no siempre es el centro de atención
Cristo, como el único que puede cumplir las demandas de Dios, es una idea desconocida en muchos púlpitos hoy. Mientras muchos predicadores hablan del evangelio, de hecho, están predicando otro evangelio, no el verdadero (Gá. 1:6-9).
La gloria de Dios es minimizada
Muchos afirman que la salvación es a través de una combinación de la gracia de Dios y los esfuerzos del hombre. Su enseñanza significa que la gloria por la salvación de un pecador no puede atribuirse solo a Dios, como se enseña en las Escrituras.