¡Miren! ¡La virgen concebirá un niño! Dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros” Mateo 1:23 NTV
Jesús, Emmanuel, el Dios que está con nosotros, ese es este Jesús. El Creador participa plenamente en Su creación. Como dijo Eugene Peterson, este Jesús se mudó al vecindario. ¡Amo ese pensamiento!
Pero es más que solo Dios acercándose y cerrando la brecha geográfica. Incluso desde lo que se registra en Éxodo 3:6, Moisés aprendió que Dios desea ser conocido como el Dios de la gente. Con Dios, siempre ha sido mucho más personal, más relacional de lo que podríamos haber anticipado. Siempre ha sido una especie de Dios con nosotros.
Isaías registró algo específico acerca de esta característica de Dios con nosotros (Isaías 7). Isaías parece sugerir que Dios hace que Su cualidad con nosotros sea particularmente conocida por Su pueblo durante tiempos de prueba y dificultad, y aún más específicamente, mientras Su pueblo está experimentando las consecuencias del juicio por sus propios pecados y fracasos. Sí, eso es correcto. Mientras Dios los disciplina, está cerca de ellos, está con ellos. Como el Padre más asombroso, verdaderamente disciplina a los que ama. Es durante estas dificultades de los peores tiempos cuando es bueno pertenecer al Dios presente, con nosotros, quién brinda generosamente su consuelo.
La concepción de Isaías sobre Emmanuel no termina ahí. Hay una segunda comprensión de esta expresión. Esta cualidad de Dios de con nosotros es un indicador de un futuro esperanzador y seguro. El carácter de Dios con nosotros realmente asegura nuestra victoria y supervivencia en los tiempos difíciles. La presencia duradera de Dios y su fidelidad a su pueblo es la mejor y única garantía de esperanza y futuro. Esta promesa de una vida para ser vivida con Jesús en completa y sin obstáculos unidad será de hecho la culminación de estos mejores tiempos. Es en estos mejores tiempos cuando también es bueno pertenecer al Dios presente, con nosotros, que brinda generosamente su gozo.
En esta temporada, mientras celebramos la Primera Venida de Jesús, estamos demostrando que de hecho pertenecemos a una clase de Dios con nosotros. Por lo tanto, esta Navidad, quiero animarlos a todos a que se sientan consolados y llenos de gozo debido a nuestra esperanza futura cierta y segura en Jesús.
En los mejores y peores tiempos, estoy orando para que refresquemos las nuevas del consuelo y la alegría de nuestro Emmanuel en esta Navidad de 2020.
Refresquemos las nuevas del consuelo y la alegría de nuestro Emmanuel en esta Navidad de 2020.
Fotografía post: Jad Limcaco
Fotografía Dr. Charles W. Dickens: voice.dts.edu